Nelson Acosta Espinoza
Los
últimos acontecimientos en el país han puesto en el tapete la necesidad de
pensar sobre la transición democrática. Este tema, de alta factura política, no
debería tratarse exclusivamente desde
una óptica electoral y jurídica. Desde luego, ambos aspectos son fundamentales
y deben ser objeto de consideración y elaboración; máxime cuando podría ser
probable una elección presidencial en el venidero año. En cierto sentido, este
sería el aspecto táctico. El estratégico, podría ubicarse en la necesidad
de suscitar los acuerdos necesarios que
proporcionen piso a un proceso de transición
política. Asunto este que implicaría, entre otras cosas, dibujar una hoja de ruta que pueda conducir
al país hacia una nueva estructura de poder más democrática, participativa y
efectiva.
Es
indudable que nos acercamos al final de un período histórico. El chavismo,
podría definirse como el síntoma que expresa el agotamiento de una versión de
la república: la democracia liberal, centralista y representativa. Sus intentos
de restaurar y profundizar sus aspectos más negativos expresa la inviabilidad
de ese proyecto. Es en este sentido, que expresamos la idea de cambio
histórico. Los venezolanos debemos inicia un debate, en el plano de las ideas,
que comience a delinear una nueva versión de la república y del nuevo sujeto
republicano.
Este
observatorio ha adelantado algunas reflexiones sobre este importante tema. Ha
llamado la atención sobre la importancia de estudiar procesos de transición
política, como los llevados a cabo en la España de Adolfo Suárez y el Chile de
Patricio Aylwin. Inspirados en estas experiencias hemos propuesto una agenda
política; puntos de partida en la búsqueda de un nuevo compromiso histórico que facilite la ruta hacia un modelo de
democracia más avanzado al que ha estado vigente a lo largo de estas última
seis décadas. Veamos;
1. Alternancia en el poder (no
a la reelección)
2. Respeto a los derechos de
las mayorías y minorías
3. Profundización de las libertades democráticas
4.
Valoración de la dimensión cívica del poder
5. Voluntad expresa de iniciar
un proceso de redistribución del poder que conduzca a una verdadera organización federal del estado venezolano.
La agenda descrita es de
carácter general; apenas un esbozo para iniciar la discusión. Esperemos que la
dirección política de la oposición, no se atasque en la dimensión táctica del
tema y comience a visualizar su dimensión estratégica.
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